Sistema de Ingresos Sin Impuestos
Ingresos Sin Impuestos
El Sistema de Ingresos Sin Impuestos es el tercer pilar económico de la Demarquía Planetaria, cuyo objetivo es la extinción conceptual de la tributación coercitiva. En este modelo, la contribución al bien común deja de ser un acto forzoso (impuesto) y se convierte en un proceso automático, invisible y justo, integrado en la arquitectura misma del sistema económico.
El sistema tradicional se basa en la coerción (impuestos) y la fricción (burocracia). Los impuestos son considerados un cáncer que drena recursos, una extracción opaca que desaparece en agujeros negros burocráticos y que añade un 20-40% de coste fantasma a cada producto a través del efecto cascada. La Demarquía corrige este fracaso de raíz.
I. Las Tres Fuentes de Ingresos Personales
En Demarquía, la riqueza personal proviene de la copropiedad universal y la actividad productiva individual, eliminando la necesidad de impuestos sobre estas fuentes. Los ingresos del ciudadano provienen de tres fuentes claramente diferenciadas, todas ellas libres de impuestos:
Es el ingreso pasivo del ciudadano como copropietario del planeta y accionista de la civilización humana. El DP se recibe cada mes, sin condiciones, sin burocracia, sin impuestos y sin necesidad de demostrar nada. No es caridad, sino el retorno de la inversión y derecho de propiedad por el uso que otros hacen del patrimonio común.
2. Los Beneficios de la Asociación Universal al 50% (AU50)
Representa la participación del ciudadano en el éxito colectivo de todas las empresas del planeta. Cada vez que cualquier emprendimiento genera beneficios, el ciudadano recibe automáticamente su fracción a través del Fondo Común (FC). El éxito económico global se traduce directamente en la cuenta bancaria personal.
3. Tu Actividad Productiva Individual
Es el ingreso proveniente de lo que el ciudadano crea, produce o emprende por sí mismo. El 50% de los beneficios de esta iniciativa son completamente del emprendedor, sin deducciones, sin impuestos y sin papeleos. Esta recompensa es justa y libre de impuestos, incentivando la visión y el esfuerzo.
II. Financiación Colectiva Automática: El Fin de la Coerción
La Administración Común (AdC) se financia sin impuestos, utilizando mecanismos integrados y automáticos que canalizan el valor hacia el bien común de forma fluida, adhiriéndose al Principio de Mínima Acción.
La Cura Demárquica: El Reemplazo de los Impuestos
Los gastos de la comunidad se financian tomando lo que se necesita antes de repartir dividendos de los tres mecanismos automáticos.
1. Asociación Universal al 50% (AU50)
Este es el pilar central que asegura que la sociedad sea la socia universal de cada emprendimiento. El 50% de los beneficios netos fluyen al Fondo Común (FC) automáticamente antes de cualquier distribución. Esto no es un impuesto; es la parte que le corresponde al socio universal (la humanidad) que aportó el capital, la infraestructura y la red de seguridad.
2. Royalty por Uso de Activos Comunes (RUAC)
Quienes hacen un uso privativo final de los recursos que pertenecen a todos (tierra, minerales, agua, espectro electromagnético) pagan un "royalty" proporcional. Este royalty compensa a todos los demás copropietarios. El RUAC no se aplica en etapas productivas para evitar la acumulación inflacionaria; solo se cobra en el consumo final.
3. Oxidación Selectiva (Demurrage)
Este mecanismo elimina el cáncer del interés compuesto y el rentismo pasivo. El capital líquido que permanece estancado, sin crear valor, se evapora a una tasa predecible (ej. 1% mensual). El valor oxidado fluye al Fondo Común y se redistribuye a los demás ciudadanos. Esto incentiva al capital a fluir, invertir o morir.
III. El Flujo de Valor: Del Fondo Común al Ciudadano
La AdC no "quita" dinero a los ciudadanos; financia sus operaciones mediante retención. El dinero completa un ciclo virtuoso:
1. Gasto Mínimo Aprobado: El Fondo Común primero retiene el mínimo porcentaje indispensable para su funcionamiento y para financiar proyectos de bien común previamente aprobados por la Asamblea Ciudadana (AsC). 2. Destino de lo Restante: Todo lo que resta —la inmensa mayoría— fluye directamente de vuelta a sus dueños legítimos, los ciudadanos, en forma de Dividendo Planetario.
La Asamblea Ciudadana aprueba el presupuesto de la AdC anualmente, creando un incentivo poderoso para la eficiencia, ya que cada token que la Administración gasta es un token que no llega al bolsillo de los ciudadanos.
IV. Consecuencias: La Deflación Benigna
La abolición de los impuestos coercitivos es una de las mejoras más directas, universales y tangibles para el ciudadano.
El Cuadro Completo de Ganancias
La eliminación del interés compuesto, las tasas, los seguros en cascada y los impuestos en cadena genera una deflación estructural masiva y beneficiosa. El poder adquisitivo del individuo se dispara en más de un 90% porque el precio real de todo se desploma radicalmente.
- Cero impuestos en cualquier eslabón de producción.
- Cero IVA en las compras.
- Cero cuota de autónomos.
- Los precios de los productos no arrastran impuestos acumulados.
- El emprendedor conserva el 50% limpio de todos sus beneficios.
Al eliminar los impuestos, la sociedad progresa porque el riesgo de fracaso es compartido (vía FSR), y el motor que mueve el mundo ya no es el miedo, sino la ilusión de crear. La contribución al bien común se vuelve tan automática como respirar.
Metáfora de la Fricción: En el sistema anterior, el proceso de recaudación era como intentar regar un jardín subiendo el agua con una bomba desde el valle, y a la mitad del recorrido, diferentes entidades (inspectores, burócratas, gestores) abrían grifos para desviar el 40% del flujo, haciendo que el agua restante llegara con presión mínima y un coste absurdo. En Demarquía, el dinero circula por gravedad: el sistema elimina las fricciones, dejando que el valor fluya naturalmente desde la producción hasta el Fondo Común, donde es redistribuido automáticamente a cada ciudadano sin necesidad de bombas de presión ni vigilancia coercitiva.